Un Milan desconocido salió a la cancha y recibió una gran lección que le permitirá crecer a lo largo del torneo.
Nuevamente con la investidura blanca, los lombardos sufrieron un duro revés ante un rival peligroso que aprovechó sus innumerables pifias y desconcentraciones.
Cabe señalar que si bien los goleadores rossoneri estuvieron ausentes, el desorden y los errores aparecieron en todas las líneas. Tal como lo demuestra la más de media docena de pepinos que se incrustaron en la portería lombarda.
Sólo una oportunidad pudo ser aprovechada para poner al Milan en los cartones por parte de un derechazo de Rubén "Crespo" Manzano.
No queda mas que decir que después de un encuentro lleno de chiripiorcas, chispoteadas y errores de todo tipo.
Ahora el Milan tiene que dejar atrás esta derrota que le quita el invicto pero que debe ser aprovechada para que no vuelva a repetirse bajo ninguna circunstancia. No queda más que poner toda la concentración y atingencia en cada disputa y toque del balón, así como en cada uno de los movimientos en todos los sectores.
¡¡¡Vamos Milan, saquemos nuestro orgullo propio y vamos por el desquite... Alguien pagará los platos rotos!!!
¡¡¡Salimos en un mal día pero para nada estamos muertos, lo hemos demostrado durante mucho tiempo... Nos levantaremos!!!
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