Victoria Final

El Milán sacó la cara en el último partido del torneo y ganó de forma contundente su tercer trofeo en su tercer torneo de vida.

Y es que la intención rossoneri era sacarse un poco de la espina del desastroso encuentro de la semifinal sin importar el rival que tuviera enfrente. Había que renovar rápidamente ánimo y las esperanzas sobre todo para el siguiente torneo.

Aún así, la consecución de su tercer trofeo consecutivo era también un gran aliciente para dejar lo último de sudor, energía y magia en el campo de juego en lo que cabe al torneo que estaba por terminar.

El encuentro por el tercer lugar, generalmente desdeñado, daría la oportunidad al Milán de seguir llenando sus vitrinas y pondría un poco más de brillantez al equipo. Así pues, los rossoneros tomaron la manija del partido, generaron llegadas, controlaron el medio campo y fueron sólidos en defensa. Sin embargo, el primer tanto del encuentro caería en una jugada llena de riñones en un remate y contrarremate de Oscar "Pelusa" Hurtado quien se metió prácticamente a la portería con el balón y dio rumbo a la victoria rossonera.

Con la mínima ventaja, el Milán parecía haberse confiado y prestó el manejo del encuentro al rival, quien tuvo algunas oportunidades pero no aprovecharía, por lo que el 1-0 se mantendría hasta el final de la primera parte.

Ya en la segunda parte, con un Milán consciente de que tenía que apretar para cerrar definitivamente el encuentro, una gran jugada colectiva sería definida magistralmente con un derechazo con parte interna de Alán "Nanán" Olivares. Este tanto daría a los lombardos la confianza y soltura que necesitaban para cazar el rival a contragolpes.

Esta formula daría al Milán un par de importantes retribuciones en los pies de su goleador Jair "Pato" Mondragón quien definiría excelsamente ambas y que pondrían el marcador definitivo y lo situarían a un tanto de la media centena en el torneo. Con el marcador 4-0, el quinto estaba más cerca que algún tanto del rival.

El silbato sonó y el Milán tuvo que esperar a la ceremonia de entrega de trofeos, con cierto sabor amargo pero con plena confianza en lo que es capaz de hacer y la firme convicción de llevarse el título el próximo torneo.

¡¡¡Muchas felicidades a todos y cada uno de los que formamos parte de este gran equipo, a todos los que hemos aportado algo dentro y fuera de la cancha. Gracias a todos y disfrutemos este tercer trofeo consecutivo!!!

¡¡¡Estemos orgullosos de lo que somos y no perdamos de vista lo grandes que somos, lo que valemos cada uno y sobre todo, lo que somos unidos y peleando por un mismo objetivo!!!

P.D. Les dejo un poquito de la bautizada "novia del mundial": la paraguaya Larissa Riquelme (por cierto, ¿alguien sabe dónde anda mi celular?).