Con dos descalabros importantes se cerró la semana anterior: México y el Milán terminaron sus aspiraciones al campeonato.
Con un robo en despoblado por parte del árbitro, uno de los más grandes errores que he podido ver en un defensa central y un gran gol de Tévez, México sucumbió ante Argentina con todo y un golazo de su joven estrella "El Chícharito". Esta derrota en octavos de final mandó al equipo mexicano a casa y propició la salida de Javier Aguirre de su timón.
Asimismo, el Milán enfrentaba al equipo que lo había vencido en la final anterior; sin embargo este equipo no era para nada aquel que venció en la temporada, tal parece que para este juego contrataron muchos chavos para jugarlo. En fin... lo hicieron porque el reglamento lo permitió.
Así pues, el Milán salía a la cancha con la misma alineación del partido anterior, con una cancha anegada después de una tormenta. Los primeros minutos marcaron el rumbo del partido pues los rossoneri se vieron rápidamente abajo en el marcador por 3 tantos y con sólo 8 minutos jugados.
Con una diferencia de este tamaño y fiel a su costumbre, los lombardos intentaron meterse al juego con un tanto de Rubén "Crespo" Manzano que definió perfectamente de pierna derecha. No obstante el marcador al final de la primera parte sería de 1-4.
Para la segunda mitad, el MIlán se acercaría con un par de tantos de Jair "Pato" Mondragón, pero volvería a incrementarse la desventaja con sendos contragolpes, fórmula que con 3 tantos de ventaja, siempre rendiría fruto al rival.
El Milán intentó y dejó todo en la cancha pero nunca encontró el orden en sus líneas, la desesperación y el exceso de individualidades estuvieron por encima del juego de conjunto demostrado a lo largo del torneo.
En fin... el título se nos fue de las manos por nuestras propias distracciones; sin embargo hoy tenemos una gran chance de irnos con una sonrisa del torneo al llevarnos la victoria en el partido por el tercer lugar. Que si bien dicen que es el partido que nadie quiere jugar, creo que debemos verlo como la más inmediata oportunidad de ligar nuestro tercer trofeo consecutivo, de recordarnos de lo que somos capaces y de dejar escrito que tuvimos sólo un mal encuentro pero que la magia, el corazón y la garra sigue dentro de nosotros.
¡¡¡Vamos Milán... recuperémonos ahora mismo y hagamos pagar los platos rotos al siguiente rival!!! ¡¡¡Los grandes podemos tener descalabros pero nunca falta de compromiso, actitud ni mucho menos huev...s!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario