El Milán sigue sin verle cara a la suerte, siendo presa de errores y desconcentraciones de sus distintas líneas.
Los rossoneros salieron a comerse al rival, tal vez un poco revolucionado y apresurado. Consiguió mantener a raya al rival durante un buen lapso y dominar prácticamente todo el encuentro, creando varias oportunidades de gol.
Como ha sido costumbre, se vio abajo en el marcador pero rápidamente alcanzó con un testarazo bien colocado de Rubén "Crespo" Manzano a la base del poste (que ya había avisado dos veces y la tercera fue la vencida).
Así pues, el Milán era dueño y señor del encuentro hasta que una desconcentración de la zaga y nuevamente un error nublaron la victoria lombarda. Ya con dos goles de desventaja, los rossoneros siguieron en la suya, atacando, presionando al rival, arrinconándolo, hasta que llegaría la sexta falta y la oportunidad de ponerse 2-3. Oportunidad que acertaría el goleador rossonero Jair "Pato" Mondragón.
El Milán peleó hasta el final pero no contó con la puntería adecuada para empatar los cartones. Y es que el Milán se ve apresurado, desmotivado y falto de confianza -no cabe duda que las derrotas han tenido su efecto-.
Ahora no queda más que seguir intentando, buscando el marco contrario pero sobretodo de tener la máxima concentración en cada pelota disputada y en cada movimiento del equipo y del contrario.
¡¡¡Vamos Milán... los grandes también tenemos malas rachas, y lo mejor de todo... nuestro destino es levantarnos de ellas. Nos queda mucho por delante!!!
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