domingo, 5 de abril de 2009

¡Cómo que le abollaron la corona?


El aire no se respiraba como hace dos semanas...

El día para la batalla por el trofeo de Campeón de Campeones había llegado; sin embargo, el ambiente no era como el de la final.

Todo parecía más tranquilo, tal vez con algo de confianza o falta de concentración. El Milán apresurado se reunía antes del juego, afinaba ciertos detalles, sin embargo... había algo diferente!

El encuentro comenzó, el partido era trabado, había desorganización y ambos equipos no terminaban de asentarse en la cancha. Así pues, un contragolpe del rival obligaba a un tiro libre en contra... surgió el disparo... la barrera saltó... y la pelota pasó por debajo de ella para dejar sin posibilidades a Héctor "Dida" Olivares: 0-1 el marcador.

El Milán no había llegado a la cancha, no tenía forma y lo peor de todo era que el corazón y las ganas... también brillaban por su ausencia. En este ambiente llegaba el 0-2 surgido de un nuevo contragolpe que no pudo controlar la zaga... así terminaba el primer lapso.

Los rossoneros se reunían buscando la razón del resultado y la fórmula para regresar al camino y llevarse el segundo trofeo de su historia.

En la segunda parte... el Milán fue otro... aquel que vimos muchas veces luchando contra la adversidad y yendo a avasallar al enemigo a costa de todo. Este cambio de actitud, llegó con más orden y tuvo rápidamente su premio: en un tiro de esquina, ante una pelota que atravesó toda el área, llegaba Karlo "Beckembauer" Forcelledo para, con un derechazo potente, colocar en la pelea al Milán y dejar 1-2 los cartones.

Los lombardos siguieron atacando con todas sus fuerzas y nuevamente en un tiro de esquina, ante un rechace del portero y la defensa, Javier "Beckham" Enríquez colocaría en balón en las redes con un cabezazo bien colocado. El partido se empataba a dos tantos y la euforia rossonera estaba en aumento.

El Milán siguió atacando, con una actitud plenamente ofensiva... y en el pecado llevó la penitencia (ya después de lo sucedido, lo mejor hubiera sido manejar el partido). Dos veloces contragolpes, acompañados de errores defensivos, le harían daño nuevamente y lo pondría abajo en el marcador de nuevo por dos tantos: 2-4 y quedaban cinco minutos por jugarse.

A tres minutos del final, la sexta falta renovaba las aspiraciones rossoneras y Jair "Pato" Mondragón acercaría, bajo la pena máxima, al Milán para poner un final cardiaco al encuentro (3-4).

El Milán intentó, tuvo alguna jugada en los últimos minutos pero no pudo enviar el encuentro a penales y debió dejar el trofeo en manos enemigas.

En fin... hubo errores, falta de concentración, exceso de confianza, ausencia de jugadores, etc.

No obstante el Milán es un equipo hecho para cosas grandes y es ahora cuando más necesita de todas sus piezas para ir en busca del campeonato 2009. Que por cierto, es diferente al anterior debido a que los equipos están divididos en dos grupos (y el Milán está en el de la muerte) y clasificarían a semifinal los dos primeros de cada uno.

¡¡¡Vamos Milán!!!

¡¡¡Es hora de levantarse, recomponer la corona y portarla con orgullo, gallardía y lograr el bicampeonato!!!

P.D. Gracias a toda la afición rossonera. Esperamos contar con su enorme apoyo y prometemos darles muchísimas alegrías en el presente torneo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un mal día lo tienen todos. A refrendar el título. Vamos con todo milán!!!!!!! Qué los demás se angustien. Somos mejores. Gracias por el título.


Jkbeckembauerfo